El rector de la UNT anunció que la institución tendrá su sede en la Quinta Agronómica. Los dos inmuebles alquilados son chicos para la cantidad de alumnos. Una decisión esperada desde hace dos años.
LARGA TRAYECTORIA. La escuela de Bellas Artes fue fundada hace 97 años. LA GACETA / FRANCO VERA Después de más de dos años de espera, la Escuela Universitaria de Bellas Artes “Atilio Terragni” tendrá casa propia y con las características adecuadas para sus actividades. El Rectorado de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) utilizará un terreno ubicado en la Quinta Agronómica para construir el nuevo edificio de la institución que tiene 97 años. El titular a cargo de la Dirección de Escuelas Experimentales, Omar Grasso, dijo que aunque no se realizó el trámite administrativo, luego de revisar distintas propuestas la UNT decidió comenzar a construir en ese lugar.
La escuela funcionó durante casi 30 años en Buenos Aires al 700, pero al crecer la población estudiantil y al agregarse el sexto año, el espacio se tornó insuficiente. Por eso, en los últimos años fue trasladada a Alberdi 150 y a un anexo en Crisóstomo Alvarez al 1.000. Ambas propiedades son alquiladas por la UNT y, si bien se hicieron arreglos antes de comenzar las clases, el edificio no es el adecuado para las características de la escuela. Las aulas son chicas para los 25 o 30 alumnos que escuchan clases.
Grasso dijo que lamentablemente no se pudo reformar el viejo local de calle Buenos Aires. “El proyecto de hacer un edificio de cuatro pisos quedó descartado porque se requería más espacio.?Tampoco fue viable la propuesta de hacer la escuela en Horco Molle por estar fuera del circuito de museos. Además, pese a los pedidos para que se encarara el proyecto en el terreno ubicado detrás del MUNT, se resolvió reservarlo para un centro de convenciones”, dijo.
El lugar donde funciona actualmente la escuela no tiene espacios de usos múltiples, ni un lugar donde los chicos coman. La cantina que solían tener es ahora un pequeño quiosco. “Hay dos baños para mujeres y dos para varones, para 300 chicos a la mañana y otros 250 talleristas del turno noche”, dijo la directora Cristina Navarro.
“Otro problema es el tema de la seguridad porque debemos salir del establecimiento para ir a los talleres”, dijeron Julieta y?Lelia, de 16 años. Las chicas confesaron que la noticia de que el proyecto está en marcha les levantó el ánimo.
El rector Juan Alberto Cerisola, dijo que el último pedido que recibió de las autoridades de la escuela fue encontrar un terreno de entre 5.000 a 10.000 m2, dentro de las cuatro avenidas. “Eso es imposible de encontrar y de pagar; preferimos invertir en hacer una escuela digna”, sostuvo el rector.
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